Sonoterapia y chamanismo han ido juntos de la mano desde el principio de la humanidad. Quizás te preguntes de donde viene esa supuesta conexión.
Empecemos por el principio.
Sin duda el origen de la música se debe acomodar al origen del lenguaje en el ser humano, por ello los primero homínidos al iniciarse en el lenguaje encontrarían con los cambios de tono los primeros rastros de música. Quizás incluso antes de la voz fue su propio cuerpo el primer instrumento de percusión. Y es obvio que los primeros instrumentos debieron ser de percusión por su facilidad de construcción o uso: desde 2 piedras chocadas entre si haciendo ritmos o varios palos también percutidos.
Encontramos en la noche de los tiempos restos arqueológicos de silbatos, flautas de hueso, raspadores, bramaderas, tambores de cráneos, sonajeros, caracolas, cuernos…utilizados en rituales de los primeros homo sapiens incluso se baraja la posibilidad también de los coetáneos neandertales. No hay rastros anteriores de los primeros homínidos, lo que no descarta su existencia.
Lamentablemente no se conservan tambores ni otros posibles instrumentos de percusión de piel o madera atendiendo a su escasa durabilidad.
Haber encontrado flautas de más de 40.000 años de antigüedad nos deja bien claro que en el Paleolítico ya se contaba con la tecnología suficiente para construir instrumentos musicales complejos y hacer uso de la música en diferentes eventos de la vida de aquellos clanes.
Algunos instrumentos se han encontrado junto a estatuillas de diosas de la fertilidad por lo que se asocia el uso de la música a eventos sacros.
Y en este contexto también se conoce la distribución de las tareas del clan por eficiencia de género: los hombres eran cazadores y las mujeres recolectoras. Así también se conoce la existencia de jefe de clan y de chamán. Estas organizaciones se conocen y se mantienen en las escasas tribus que existen a fecha de hoy que mantienen su forma de vida ancestral.
En ella encontramos al chamán o shaman, al hombre de conocimiento y al uso de instrumentos musicales prioritariamente de percusión para llevar a la tribu al trance y con ello a la visión y sanación. Todo ello acompañado de plantas de poder como la amanita muscaria o daturas encontradas en restos arqueológicos. Cada tribu ha hecho uso de sus propios recursos en función de su localización geográfica.
Mi sentir y es solo una revelación personal, todo parte del corazón y su observación por el hombre de conocimiento (chamán). Cada ritmo, agitado o lento, está asociado con un estado emocional, a través de percusiones a ritmos acelerados o lentos continuados, lleva la mente de forma automática a conectar y cambiar sus ciclos cerebrales.
Esta es la parte mas primitiva, más antigua, la que une el corazón, el latido con la percusión, esta es a decir verdad la primera percusión que oye el ser humano.
A un nivel más reciente y refinado, encontramos multitud de instrumentos que imitan el sonido de animales y sobre todo pájaros de la selva, por lo que ese mismo hombre de poder, observador por excelencia, buscó también integrar en sus rituales los más variados sonidos de los animales que en aquel momento formaban parte de su mundo mágico y lleno de misterio, de lo que él y su clan sentían como sobrenatural.
Y el primer chamán usando instrumentos de percusión no fue sino también el primer Sonoterapeuta en cierta forma, en tanto usó los instrumentos de percusión en sus rituales de sanación y protección del clan y así se sigue usando desde entonces hasta la actualidad.
Es obvio que no podemos equiparar a un Sonoterapeuta con un chamán aunque cada vez son más los chamanes que hacen uso de instrumentos de Sonoterapia no originarios de su país. De bien seguro ellos en su sensibilidad habrán sabido captar el poder de sanación y conexión que encierran estos instrumentos.
Y cuando digo que es obvio que no podemos equiparar a un Sonoterapeuta con un chamán me refiero a que un Sonoterapeuta no recibe formación en chamanismo dentro de una formación de Sonoterapia, menos aún en las más comunes que son de Gong. Ni tampoco un chamán cuenta de base con los instrumentos de Sonoterapia ni sabe utilizarlos adecuadamente.
En cualquier caso lo que define a un chamán y lo diferencia de un sonoterapeuta es que el chamán es el intermediario entre el mundo ordinario y el sobrenatural, sean espíritus, dioses, benévolos o dañinos. El Chamán es el guía espiritual que guía a su pueblo y lo protege de los malos espíritus.
Asimismo hay dos tipos de chamanes: el que le viene por nacimiento con capacidad de ver (medium) y el que aprende por vocación, este segundo es más un hombre medicina que usa sus conocimientos para sanar.
Un Terapeuta de sonido bien formado puede tener un conocimiento profundo de cada instrumento desde su fabricación, a todas la terapias y posibilidades, así de como desarrollarse en cada terapia sea individual o grupal. Un Sonoterapeuta es por tanto también un Sanador que utiliza los instrumentos y su conocimiento para Sanar.
Un Sonoterapeuta no es «de base» una persona con conocimientos de chamanismo sea de la rama, linaje o país que sea, ni que sane y proteja en base a esos conocimientos.
Ambos usan instrumentos y/o voz para sanar pero el conocimiento y técnicas por el que se llega a ese «ritual» o terapia de sanación difiere.
Por ello cuando hablamos tanto de Sonoterapia como de chamanismo ambos tienen una base común que es la Sanación y el uso de instrumentos de poder.
A ello hay que sumar que tanto en el chamanismo como en la Sonoterapia se alcanzan con facilidad estados alterados de consciencia como parte del proceso sanador.
Mi reflexión personal también es que conforme el Terapeuta de Sonido va entrando cada vez más y más a lo largo de su auto práctica en la sanación de si mismo y la de terceros, va desarrollando una sensibilidad especial en cuanto a la energía y vibración, lo que hace que también la percepción del mundo que lo rodea cambie. Con suerte, abrirá los ojos y empezarán a caer velos.
Así quizás ambas sean poderosas herramientas para un mismo fin, la sanación: propia y de terceros.
Es prácticamente imposible encontrar un hombre de conocimiento que no use instrumentos musicales y/o ritmos con su voz para acompañar su viaje, su visión de sanación, da igual el continente en el que nos hallemos, en sus raíces encontraremos chamanes y sonido.
El Sonoterapeuta también hace uso de instrumentos de percusión para realizar su terapia de sanación, con siglos y miles de años de antigüedad: cuencos tibetanos, gongs, tambor chamánico, sonajeros…
En conclusión: si bien hay marcadas diferencias entre un chamán y un Sonoterapeuta que nunca deben mezclarse a la ligera, no hay duda que los primeros chamanes usaron instrumentos de percusión y la voz como parte de sus rituales y ceremonias de conexión, sanación y protección del clan, por tanto ya de origen identificaron al sonido y la vibración como un elemento indispensable en el mundo de la magia y la sanación.
Y por ello es de preveer que de esos antiguos chamanes omnipresentes en todo el mundo surgiera la Sonoterapia como una parte especializada de su hacer, de su comprensión y conocimiento del gran poder de los instrumentos, de los ritmos y sus diferentes tonos, de la vibración como herramienta para sanar.
No hay ninguna duda que el Ser Humano es un Ser musical, se siente atraído de forma natural por la música y ésta es capaz de arrastrarle de forma natural a variadas emociones.